miércoles, 31 de agosto de 2016

El hombre de indecisiones obsesivas.

Un molesto individuo que tremendo ser amigo mío,  está atrapado entre dos ríos. Ambos tienen sus cosas malas (cualquier idiota sabe los ríos solo portan heces y bichos infestos), pero él sólo puede nadar en uno de ellos. Dispone del neopreno (están maricón que no puede nadar como un hombre,  a pecho descubierto), tiene el equipo necesario (otra peponads), pero sus dudas le frenan. Va a pasar tanto tiempo planteándose en qué río nadar que cuando venga la previsible crecida y las aguas lo inunden todo, morirá ahogado (, loado sea Dios por tan acertado designio) de forma harto desagradable y preguntándose qué hizo mal esta vez.


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